miércoles, 22 de julio de 2009

Luna de ron miel






Imagen: Playa de Ortigueira. Galicia
Con las manos al volante mientras Silvia duerme con la boca abierta, comienzo a volver a la rutina desde Pola de Siero, en Asturias, con la resaca de polizón en la maleta. Y es ahí, con los campos anchos de Castilla dejando atrás la alta montaña, donde desfilan ante mis ojos tantos momentos especiales, tantos momentos como dice Dani "de calidad", imposibles de enumerar aquí.
El gallego estaba en la luna, y me tomé varias "garimbas" con él, acompañadas del "raxo" y el Ribeiro, tortilla de patata... para acabar con un chupito de orujo y posos de café que me diseccionó el estómago y me reventó la digestión en media hora.
Y mientras estábamos charlando de la playa de Ortigueira, de tobillos quemados o de la gente buena que vive como galega, se coló a nuestro lado un asturiano escanciando sidra a raudales, que nos hablaba del Carmín y su tan diferente romería; de las montañas verdes intenso bañadas por playas de agua enfadada, de los culines, del fervor que emana de la misma ermita de Covadonga, incrustada en la roca como si formara parte misma de la naturaleza; de los cristianos luchando en lo alto de la cumbre contra los árabes que intentaban coronarla; o del sol perezoso que se acerca a sus cielos muy de vez en cuando.
Y allí los tres en la luna, observando la tierra que se acercaba cada vez más, nos dimos un abrazo de oso, y nos despedimos hasta más ver.

Silvia ha despertado, nos hemos tomado un café, y hemos llegado al calor extremeño, que nos ha ahogado tanto que ha costado hasta dormir.




lunes, 6 de julio de 2009

Solo el amor puede hacer que llueva

¿Qué camino tomar? ¿Qué dirección?... ¡Esta! Seguro que no me equivoco... La semana que hoy comienza terminará en alguna playa de Ortigueira, donde con calma, pueda ver cómo las olas abrazan la arena...o encontrar a ese gallego que está en la luna, dicen.