martes, 17 de julio de 2012

Yo fui sin nombre


¿Diego?
Entonces es cierto. Vas a abandonarme en esta habitación. He navegado por mares sin nombre para llegar frente a tu palco, y ahora está en ruinas. El cortinaje ha cesado su vaivén silencioso. No hay aire. La puerta ha desaparecido, el suelo parece desvanecerse. Este vacío empieza a presionar fuerte contra mis venas. Sí, es cierto. Definitivamente te has marchado. Ya no siento tu presencia aplastante, tu casaca siniestra que todo lo envuelve.
Quisiera regresar cuando mis manos yazcan muertas sobre estas baldosas. Ansío con vehemencia creer. Necesito creer que volveré convertido en espectro eterno, que podré tener, por fin, nombre. Si eso ocurriera, entonces me nombrarías. Me nombrarías con el mismo terror que lloran mis ojos esta noche, con la amargura que envenena mis nuevas pesadillas. Suplicarías besando mis pies de humo, anhelando un perdón imposible, temblando como tiemblo yo ahora encerrado en venas de acero ardiendo. Si eso ocurriera, yo podría alcanzar la redención vomitando sobre tu repugnante cruz roja. Así, la verdad resplandecería sobre los muebles antiguos de toda Europa.
No distingo la noche del día. Mi cuerpo ha sido sepultado por las tinieblas. No se si estoy vivo o muerto; a ratos parezco alzarme sobre este suelo que cede debajo de mí. Quizá venga alguien si logro que mis gritos traspasen estas paredes… No escucho mi voz. No vendrá nadie.
No ocurre nada…
¿Perderé la razón antes de expirar? ¿Duele mucho el hambre? ¿Se tienen visiones tras la muerte? Sí. Creo que las preguntas van a volverme loco. Este muro que se posa delante de mi rostro es el final del camino. No hay salida posible. A lo mejor te encuentro mi querida Florita. Puede que tu imagen se refleje en el agua de algún lago que separe el mundo de los vivos del de los muertos, en algún lugar entre aquel pozo infernal en el que te maté y estas cuatro paredes inertes. Si consigo verte, te llevaré conmigo al pasado, te abrazaré con mis brazos masculinos y nos dormiremos en alguna tumba impregnada de albahaca.
Voy a tumbarme, no soy capaz de salir de esta ensoñación. No quiero salir de ella, no quiero salir de ti. Voy a dormir.
Nada…