domingo, 8 de noviembre de 2009

Aprender

Alrededor de 1900 nacieron los rompecabezas artísticos para adultos. Aquellos puzzles en madera cortados a mano se convirtieron rápidamente en uno de los entretenimientos favoritos de la alta sociedad. Era costumbre deslumbrar a las visitas con estos originales y elegantes pasatiempos que por su singular belleza y exclusividad pasaron a formar parte de la herencia y tradición familiar. Los montadores, debían tener sumo cuidado ya que un movimiento repentino o hasta un estornudo podían echar por tierra el paciente trabajo de toda una tarde.
Nuestra vida está formada por piezas de un gran puzzle que se va formando con los años, las cuales quedan incrustadas en un lugar que elegimos cuidadosamente, y ya no es posible por suerte o por desgracia, arrancarlas; forman parte de ti. Aprender a encajar cada pieza es un trabajo permanente, pero con resultados impagables. Así, ves como de repente, asumes por un día una manera de escribir determinada, aprendes a fabricar lámparas de papel, sueñas con mundos de cuentos y consigues inventar una historia, valoras la amistad y la mantienes como si fuera a desaparecer al día siguiente (y si te descuidas, lo hace); e incluso, logras cuidar de alguien y amarle de verdad.

Si aprendes, es porque las personas con las que te cruzas te enseñan. Este fin de semana, Frankstein y su actual esposa celebraron Halloween en su mansión: invitaron a dos novios que llegaron cadáveres; para la cocina avisó a su hermano Vicente, y luego el hombre lobo le ayudó antes de su transformación definitiva; también se acercó un grupo de brujas y siniestras mujeres de negro; Freddy Krueger, que no se pierde una ni en sueños, se apuntó con su mujer; la niña del exorcista, Regan, descansaba en el segundo piso de la mansión, pero al escuchar el bullició bajo las escaleras como solo ella sabe; el conde Drácula y su señora tampoco quisieron faltar a la gran cita monstruosa; y entre todos, lograron sembrar el pánico en la zona...literalmente. Yo estuve allí para verlo.
Algunos de estos terroríficos personajes junto con otros muchos que no fueron a la fiesta, son piezas imprescindibles de mi puzzle, y han ayudado a que el resto de las piezas estén bien ordenadas.

Y a pesar de que alguien realice un movimiento repentino e incluso estornude, mucho tendrá que moverse, y con mucha fuerza tendrá que estornudar para echar por tierra el "paciente trabajo de toda una vida".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aprender...es bonito encontrar estas palabras cuando te levantas deconcertada una mañana, cuando no sabes muy bien cual es tu camino. y por casualidad, o no, descubres una de las piezas que forman tu puzle y de repente al verla te hacen sonreir y alegran tu corazon. gracias AMIGO.

morti

Los viajes que no hice dijo...

Dios, te ha enseñado a vivir tu vida toda la plana mayor de las películas de terror de Hollywood.

Recuérdame que vaya con ajos, crucifijos y balas de plata cuando quedemos :P