lunes, 3 de noviembre de 2008

El soñador deslunado

Hace muchos años, un hombre tuvo que decidir. Todo el mundo toma decisiones que le llevan por un camino u otro, hacia un destino...Este hombre eligió una senda que era difícil, porque soñaba con lunas que llenaran su escenario vital, que en ese instante estaba formado por gente sin fuego en el alma. Así, marchó un buen día a Madrid con toda una maleta llena de esas pequeñas grandes ilusiones que para él, eran lo único importante, por encima de dictaduras, clichés sociales, e incluso, su familia.
Su sueño se realizó a medias, sin mucho ruído, y duró un suspiro del viento. Le proporcionó alegrías inmensas, pero también muchos problemas; cuando se subía a un tablado en cualquier pueblecito de este país en ruínas y hacía lo que más le gustaba, su luna interior ejercía su acción sobre las mareas de su corazón. Y se sentía bien.
Cuando el sueño terminó, tuvo que aprender a despertarse y regresar a su casa, donde comenzó una vida muy diferente, pero una vida al fin y al cabo.
Ni siquiera llegué a conocerle, pero años después de aquello, él me enseñó que no hay nada imposible, y que sólo hace falta soñar con una luna para poder tenerla. Eso sí, hay que soñarla con todas las fuerzas que se tengan. Este blog se titula así, porque él me inspira, me sigue inspirando en todas las decisiones que tomo, aunque sea desde la impenetrable distancia que separa la vida y la muerte, y a pesar de que en muchos capítulos de mi vida, no está presente.
Esa es la idea...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

una vez alguien que tampoco está ya me dijo: "Jamás dejes que nada ni nadie interrumpa tus sueños, esos en los que piensas cuando estás despierta".

Siempre hay que soñar, a mí es lo que me hace estar viva.
Y lo mejor... muchos de ellos se hacen realidad. Te he conocido.


Buena pinta tiene este blog, sí señor.

Anónimo dijo...

la verdad es que tus palabras escritas siempre emocionan. sigue escribiendo y creando

Romero dijo...

Pues yo creo que no, chesku, que ahora está más presente que nunca dentro de tí, en tí, en tu vida a cada instante.
Creo que vive dentro de tí, que se afianzan en tus facciones su espíritu de superación y de lucha, tu capacidad de renacer y defender lo que uno sueña y lo que uno ama...
Creo además, y esto es lo que más te honra, que con tu sensibilidad de plata y tu energía sobrelunada, tú le has devuelto al soñador todas las lunas que le robaron...
Te quiero