martes, 24 de marzo de 2009

"Si me quieres escribir ya sabes mi paradero..."


Mi amiga Mely está, como ella dice en su messenger, a 3327 kilómetros de Mérida, desactivando minas antipersona en el Líbano. Se dedica a eliminar restos de guerras que acontecieron en el pasado, para que los inocentes del futuro no tengan que verse con algún miembro amputado.
En estos días, estoy inmerso en medio de una guerra a la que no había sido invitado; yo deambulaba por mi país, cercano a este campo de batalla en el que me encuentro ahora, y en mi país no había guerras, acaso rencillas internas, pero no guerras. Hoy estoy en medio de dos bandos, en el centro justo colocado, y me ha llegado toda la metralla de ambas partes, que se disputan el "cetro de la razón", quedándome sin batalla, sin "misión" y sin AK-47. Lo más duro es que la sangre resultante de esos disparos salpica a la gente que menos lo merece, y me cuesta cada día horas de limpieza.
La guerra nunca me ha gustado, no me gusta y nunca me gustará.
Cuando Mely regrese sana y salva quedaré con ella para tomar un café, y de ese modo, me enseñe a evitar minas antipersonas, enterradas a traición en este escenario que llamamos vida.

7 comentarios:

Los viajes que no hice dijo...

Creo que esas minas, cariño, no enseñan a evitarlas.

Sólo uno mismo aprende. Respirando.

Anónimo dijo...

confórmate con esquivar las balas y sobrevivir, al menos en este caso... y prepara la AK47 por si acaso

Anónimo dijo...

Señor o señora "anónimo", como ya he dicho, No me gustan las guerras, nunca me gustaron y nunca me gustarán. De todos modos, gracias por la advertencia.

Anónimo dijo...

Mucho mejor que la AK47 son las gominolas de fresa, además siempre se pueden llevar en el bolsillo. Hoy he comprobado una cosa: las sonrisas aumentan cuando se ven sus colores a través de una bolsa de plástico. A Txesku le gustan, lo sé, lo que no le sienta bien es que se las pongan en la boca y lluego se las quiten. Eso no!

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Tu amiga Mely tiene el cielo ganado, y un lugar para sobrevivir al fin de los tiempos. Así que deberíamos seguir sus pasos.
Un saludo

Simplemente Yo dijo...

Tu amiga Mely, que soy yo, ya esta de vuelta a casa sana y salva. Y aunque la esperiencia me ha hecho crecer como personas y el trabajo ha sido bastante duro y complicado, pienso igual que tu, no me gustaban ni me gustan ni me gustaran las guerras nunca, aunque mi trabajo forme parte de ese mundo tan inexplicable.

chesku dijo...

Me ha encantado verte hoy Mely, en serio. Me alegra que estes en casa, me alegra mucho.Todos deberíamos aprender de ti...