jueves, 25 de junio de 2009

En Madrid

Al llegar al hostal Alcázar Regis, encontramos un edificio pretérito, más antiguo que la rueda, y nos espera un tétrico ascensor porta maletas con una inquietante cadena y una goma como mecanismo para usarlo... pero da igual.
El lugar es el 5º piso del 61 de Gran Vía. En el vestíbulo flanqueado por las barrocas puertas de las habitaciones, conviven felizmente la tecnología de un plasma de 50 pulgadas con los suelos destrozados por los pasos de miles de visitantes a lo largo de quién sabe cuanto tiempo...pero da igual.
Así aterrizamos en este Madrid en obras, curioso, que sigue igual que siempre, pero cambiando a cada visita que le haces...
Vemos amigos del pasado y del presente. Compartimos cerveza y karaoke, risas, paseos largos por las calles oscuras de Tribunal... pero sobre todo y lo esencial, compartimos nuestro orgullo por J. Él le quita importancia víctima de su humildad, pero todos sabemos que estaba feliz por su año y por este colofón sencillo, de unos 20 segundos de aparición en pantalla grande, de cine, pero seguro broche de oro en su fuero interno. Lo merecía y lo ha obtenido.

Y nosotros a su lado, mostrando nuestras mejores galas y nuestras mejores sonrisas para compartir con él ese día especial que (salvando cualquier resultado final, estaréis conmigo) quedará grabado en toda su magnitud, que para nosotros fue mucha...
Felicidades

1 comentario:

javier dijo...

espectante,siempre me he considerado un fiel observador de ojos atentos, regocigarme en el placer de mirar, aún cuando estoy rodeado de gente ynpararme a escuchar, el saberme calmo y arropado por la grata compañia y el saberme protegido esa es la mayor calma, con el cine me pasa igual, sentado, observando, captando toda la información necesaria que me pueda servir para fantasear o crear, y así, espectante ante el estreno de mi debut cinematográfico, de la oportunidad que se me ha brindado no he dejado de estar espectante ante la compañía que se embarcó conmigo en esta experiencia, y os observé felices, ilusionados, compartidores de mi felicidad muda y alegría sorda, gracias a vosotros por arroparme con vuestra enorme presencia...