Seriamente, pensándolo bien, no tengo derecho a quejarme dada la situación económica de esta sociedad en la que vivimos. Pero mi YO individual está hasta el gorro de aguantar. A lo mejor mi futuro se encuentra en otra "divina" parte.
Mientras tanto, JODER qué ganas de romper algo.
1 comentario:
Tú rompe algo, hijo, no te quedes con las ganas. Que reprimirse es mu malo...
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