domingo, 30 de noviembre de 2008

Mi primer rescate

"Si algún día tuviera que elegir entre mi hija y mi perra, evidentemente elegiría sin dudar a mi hija; pero jamás viviría de la misma manera".
Conocer a una persona íntegra es una experiencia que he vivido en pocas ocasiones; la autora de esta frase, apuntada por mi mano ebria de vino con su complicidad, es una de esas personas. Virginie cree en los animales mucho más que en los humanos, y cada día se desvive con la ayuda de su hija y sus libros por seguir manteniendo esa integridad, a pesar de tener pintado el sufrimiento en su permanente sonrisa. La suerte de que Fátima me haya regalado un fin de semana en la provincia de Baiona ha hecho posible que se graben en mi memoria los mantos de diferentes verdes de los montes; la figura de Ofelia apostada en su puesto de vigilancia, como jefa de los perros del lugar, o el hocico caprichoso de Billy pidiendo más caricias...

Un 'rescate', 'adoptantes', 'donaciones'... son términos que definen el auténtico amor por los animales de los integrantes de las diferentes protectoras (Chiripaina de Guareña, Ciudad Real, Córdoba, etc.) y que he podido vivir de primera mano en pocas horas, en las cuales mis ojos han percibido cada detalle de lo que estas personas hacen por sus 'perrines' y su sacrificio para darles una oportunidad que nadie más les brinda.

Dami, Alejandro, Pin y Pon, Peque, Curro... son algunos de los perros que han vuelto a nacer, y que a estas horas, ya juguetean en casa de sus nuevos amos. Dando un paseo por la fría mañana de Irún, empecé a comprender entre el sueño del viaje y el aire gélido vasco, la misión en la que me había metido sin pensar ...
Ellos son el mínimo ejemplo de la cantidad de perros que cada día mueren en la calle, sufren palizas, abandonos y todo tipo de vejaciones y desprecios. Ellos, ya están con sus 'salvadores'.

La embriaguez del lugar, los vasos de vino acompañados de charla y tortilla española, y sobre todo, el silencio que había fuera, hicieron de la jornada algo inolvidable a pesar del complicado viaje por tormentas de nieve y lluvia que acabábamos de realizar. Misión cumplida, decíamos a la vuelta.
Misión cumplida...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ha sido un placer disfrutar de tu compañía y conprensión. Ha sido un honor conocerte, una persona tan sensible y encantadora, una persona que nos ha calado desde el principio en todos los sentidos y que además se siente agradecido por haber compartido con nosotros nuestros sueños.
Con tus palabras has definido lo que todos los amantes de los animales sentimos y vivimos.
Gracias por entendernos y creer en nosotros, gracias por tu compañia y sobretodo, gracias por ser como eres.