Separar con un colador de obra las pequeñas piedras de la arena, para que ésta salga limpia; cortar con un bisturí sincero el tejido muerto de la inmensa piel; entrar en diálisis para regenerar la sangre; observar las partes del cuerpo desde dentro hacia afuera, para ver si están todas en su sitio y no caminar con las manos ni pensar con el culo; hacer un viaje hasta el mismo estómago para registrarlo y encontrar el nudo; adecentar un poco "la casa"; pagarle al pintor de mi piso; retirar las colillas del cenicero, que, inquietantemente, aparecen ya por sus bordes; desenredar el laberinto de cables de toda clase de aparatos caseros; recorrer un presente en el que convivan cante y guitarra y risas de familias postizas que te adoptan por dos días...
... y por fin, desperezarse de este lunes.
1 comentario:
¿Por qué nos da últimamente por hacer listas? ¿Será para que no se nos olvide nada?
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